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sábado, 6 de junio de 2020

Guerrillas, alzamientos y otros movimientos


Antecedentes 


Venezuela era un país de plantaciones y ranchos. El tabaco, el algodón y el café constituían el 30 por ciento de las exportaciones, el cacao el 60 por ciento. La unidad de plantación era el latifundio y la mano de obra fundamental se la proporcionaban los esclavos negros.

La aristocracia venezolana era contraria a la independencia, según Humboldt, debido a que "no ven en las revoluciones sino una pérdida de sus esclavos" y añadía que "aún preferían la dominación extranjera a la autoridad ejercida por los americanos de una casta inferior"En 1800 la población era de 898.043 habitantes -Los blancos constituían el 20,3 por ciento del total (de ellos 12.000 peninsulares), los pardos el 45 por ciento, los negros libres el 33,362 por ciento y los esclavos negros el 9,7 por ciento junto con un 2,6 por ciento de esclavos fugitivos.


La aristocracia colonial comprendía 658 familias, un 0,5 por ciento de la población. Sus miembros vivían en la ciudad y participaban activamente en los cabildos consulados y milicia.

Nos dice John Lynch en su libro "Las revoluciones hispanoamericanas": "La aristocracia rural estaba imbuida de una profunda conciencia de clase, nacida de sus estrechos vínculos de clan y agudizada por el conflicto con los españoles, por un lado, y con los pardos, por otro. Como productores de artículos de exportación, los latifundistas querían colocar directamente sus productos en el mercado mundial y procurarse importaciones de fuentes más baratas. Esto hacía que estuviesen resentidos con los monopolistas españoles por el control del comercio ultramarino, pues estos compraban barato sus exportaciones y vendían caro sus productos importados. Sin embargo, eficiente o no, el control metropolitano era considerado como un obstáculo al crecimiento. Y a los criollos les faltaban los medios para cambiar la política. Aunque se apropiaban de las posiciones clave en los cabildos y gozaban de las mejores oportunidades en la universidad y en la iglesia, no podían penetrar en la alta burocracia y en las más importantes instituciones legales. Su frustración era tanto más aguda cuanto que se sentían amenazados por la política social racial de la metrópoli y por su aplicación por los tribunales". ("Las revoluciones hispanoamericanas", (John.Lynch,.Pág.215).

Las castas son los mestizos, mulatos y negros. Esto es, los que no son ni españoles (europeos o americanos), ni indios. "En las ciudades trabajaban en los oficios bajos y serviles y formaban el peonaje rural vinculado a las grandes fincas... eran particularmente numerosos en las ciudades, escenarios de una aguda tensión social, "la lucha constante, el choque diario, la pugna secular de castas; la repulsión por una parte y el odio profundo e implacable por la otra". Los pardos no eran una clase, sino una masa inestable e intermedia, de límites imprecisos. Pero fueren lo que fueren, alarmaban a los blancos por su número y aspiraciones. Los criollos pasaron a la ofensiva y se opusieron al avance de gente de color, quejándose de la venta de blancura, oponiéndose a la educación popular, y protestando, aunque sin éxito, contra la presencia de pardos en la milicia. En resumen, los criollos se quejaban de la política imperial hacia los pardos: era demasiado indulgente; parecía hecha "para menoscabar la estimación de las familias antiguas, distinguidas y honradas"; era peligrosa por "franquear a los pardos y facilitarles por medio de la dispensación de su baja calidad la instrucción de que hasta ahora han carecido y deben carecer en lo adelante". Los criollos eran gente asustada; temían una guerra de castas, inflamada por las doctrinas revolucionarias francesas y la violencia contagiosa de Santo Domingo". ("Las revoluciones hispanoamericanas", John Lynch, Pág. 215-216).

En Venezuela, tras el triunfo inicial independentista, las guerrillas de Siquisique, en la provincia de Coro, al mando de Juan de los Reyes Vargas, apoyaron la llegada de una compañía de marines españoles al mando de Monteverde, y tras su desaparición, los restos de las milicias realistas de esclavos y de llaneros se consolidaron en el territorio de los Llanos para formar un verdadero ejército que al mando de Tomás Bobes que destruiría los ejércitos independentistas dominando toda Venezuela, antes y sin apoyo de la expedición española de Morillo. Tras la caída de Puerto Cabello en 1823, las guerrillas siguieron actuando hasta el año 1829, y apoyaron una última incursión del coronel Arizábalo. Los llaneros surgieron en la región de Venezuela, durante el período colonial, al establecerse en vastas y lejanas zonas del llano un grupo humano conformado, fundamentalmente, por pardos libres quienes eran expertos jinetes, dedicados a una vida semi nómada, a la recolección de ganado salvaje y al comercio de pieles y de otros producto animales.

El panorama social que se presentaba a fines del siglo XVIII en las extensiones territoriales del llano era el de un avance de la aristocracia criolla de Venezuela con el propósito de hacer fundación de haciendas, creándose así una tensión entre la oligarquía criolla y las masas populares de la región. José Tomás Bobes, unido a los llaneros terminaron por derrotar a las fuerzas patriotas.

 

Recuperado de la web. Revista Divulgación de la Historia

Compilación: Gustavo A. Domínguez M.


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