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domingo, 20 de julio de 2008

El Coronel Juan de Armas Cañas

El Coronel Juan de Armas Cañas, nativo de Guanape e hijo de Vicente María de Armas e Inés Cañas. Casa en Barcelona con Dolores Ruiz Hidalgo, nacida el 11 de Enero de 1.795.

Acompaña a Francisco Jiménez en el comando de las fuerzas realistas que se baten el 9 de Enero de 1817 en Los Barrancones, cerca de Clarines, con el ejército patriota dirigido por Simón Bolívar y donde resulta derrotado nuestro Libertador. En marzo de este mismo año, cuando el Libertador salió de Barcelona con rumbo a Guayana, el Coronel Juan de Armas Cañas cae en una emboscada entre Quiamara y el Carito, y herido, fue llevado hasta el campamento donde se encontraba el Libertador. Conversaron sobre distintos temas y al final el Libertador lo invitó a su mesa. Cenaron juntos. Durante la cena el Libertador le pregunta:

- "Comandante ¿Cuál hubiera sido mi destino si ustedes me hubiesen hecho prisionero en la batalla de Los Barrancones?"

- "No lo dude, - contestó el otro-, Lo hubiéramos hecho fusilar en el acto". Y agregó: "Excelencia de las órdenes para que se designe el piquete de tropas que se va a ocupar de mi ejecución".

-"No, no Comandante, yo no hago fusilar a los hombres valientes". Le dijo el Libertador.

De inmediato ordenó que le fueran entregados al Coronel Juan de Armas Cañas su bestia y sus armas, un salvo-conducto y designaron dos hombres de escolta para que lo acompañaran hasta salir del campamento patriota.

A quien hasta ese momento fue empecinado servidor de la causa realista le impresionó muchísimo la presencia del jefe supremo de los patriotas, como lo refirió mas tarde a sus hijas, en Barcelona. Con el firme propósito de no combatir más contra los patriotas, el Coronel Juan de Armas Cañas llegó a su comando, donde le ordenan participar en operaciones militares en la región de Cumana. El 12 de marzo de 1.818, el Coronel Juan de Armas combate en Carúpano, bajo las órdenes de Francisco Jiménez, contra el General Santiago Mariño, quien perdió la acción. El primero fue herido en el costado izquierdo, y Jiménez de un balazo en la pierna derecha. Tradiciones de familia refieren que ese año 1.818 salió de Maturín por los caños, rumbo a las Antillas y los Estados Unidos. En Cuba adquirió un ingenio azucarero. Regresó a Venezuela el 1.820 y ese año el Libertador firma su Despacho de Coronel vivo y efectivo. Este documento era conservado por un descendiente suyo, el Sr. Ramón Salaverría Lusinchi, y lo envió desde Barcelona al Archivo Nacional en Caracas, en donde debe encontrarse.

Del Oriente Venezolano

Rafael Armas Alfonzo.

Los Rojas y su Juadaismo

El apellido Rojas, o sus variantes de Rojas o Roxas, es de origen topónimo, es decir tiene su origen en Las Rojas, hoy villa perteneciente al partido judicial de Briviesca, provincia de Burgos, España. Los apellidos de origen topónimo como Rojas son de origen judío; J. M. Lacalle, en Los Judíos Españoles (Editorial Sayma, Barcelona 1961), nos dice: “apellidos famosos sefarditas (judíos españoles) llevan nombres de la geografía española”. Es sabido que en el momento de las conversiones de judíos al cristianismo, éstos solían adoptar apellidos de origen topónimo para toda una familia.

De hecho, las noticias más antiguas y fiables que se tienen del apellido Rojas nos llegan de la mano del escritor español y converso Fernando de Rojas (1465-1541). Fernando de Rojas, natural de la Puebla de Montalbán, Toledo, era judío de sangre y converso, como su familia. Estudió latín, filosofía y otras materias en la Universidad de Salamanca para obtener el título de Bachiller en leyes, tras al menos seis años de estudio de Derecho. En esos años y en los siguientes, escribió la Tragicomedia de Calixto y Melibea, conocida con el título de La Celestina, uno de los grandes monumentos de la literatura castellana de todos los tiempos. Fernando de Rojas contrajo matrimonio con Leonor Álvarez de Montalbán, hija también de judíos conversos, y tuvo siete hijos.

De Rojas intentó ayudar y representar a sus parientes judíos conversos envueltos en procesos inquisitoriales que los acusaban de continuar practicando el judaísmo en secreto, sin demasiados logros. Su fama no le sirvió al ilustre Bachiller para salvar a sus familiares de las persecuciones y las hogueras de la Inquisición. El auto de fe de 1593 celebrado en Granada contra los falsos conversos al cristianismo que, más de cien años después de la expulsión de los judíos de España (1492), seguían practicando judaísmo en secreto, nos muestra a miembros de la familia Rojas como Catalina de Rojas y sus hijas Leonor y Joana. Aparecen las tres mujeres Rojas enjuiciadas por practicar ayunos y festividades judías.

En procesos de la Inquisición española posteriores, miembros de la familia Rojas vuelven a aparecer. En Inquisición y criptojudaísmo (Kaydeda, Madrid 1985), el historiador Juan Blázquez Miguel nos habla de procesos de la Inquisición en Sevilla ya en pleno siglo XVIII en el que las mujeres Rojas vuelven a ser protagonistas. Son detenidas y enjuiciadas por “falsas cristianas” y judaizantes. “Son detenidas en casi su totalidad quedando reducidos a la miseria. Lo mismo puede decirse de las mujeres de la familia Rojas, que acapararon buena parte del comercio de Morón y Osuna, y que acabaron como los anteriores”-explica Juan Blázquez Miguel. Resalta en lo narrado la insistencia en el judaísmo de los llamados falsos conversos y de los Rojas. Su fidelidad a Israel es atemporal. No siempre el final fue dramático para los miembros de la familia Rojas, no siempre la persecución y la hoguera los condujeron a la destrucción física y moral. Algunas ramas de la familia marcharon a América, Medio Oriente y los Países Bajos, salvaguardándose de las garras de la Inquisición española

sábado, 19 de julio de 2008

El ataque a la Casa Fuerte de Barcelona - Origen de varias familias de la zona

El 31 de diciembre de 1816 desembarca Simón Bolívar en Barcelona, proveniente de Haití (segunda expedición), después de breve escala en la isla de Margarita. En Barcelona estableció su cuartel general y una base de operaciones y procedió a la elaboración de los planes para la campaña sobre Caracas. La operación debía ejecutarse previa la concentración de las tropas que actuaban en diferentes áreas del país (Apure, Guayana, Cumaná).

Para llamar la atención de los realistas hacia Caracas y proporcionar así la necesaria seguridad para la concentración prevista, el Libertador ejecutó una diversión sobre Caracas, por la costa de Píritu. La derrota que sufrió en Clarines (9.1.1817) hizo que dejara sin efecto esta diversión y que retornara a Barcelona. La existencia de una serie de inconvenientes de naturaleza varia, obligó a Bolívar a suspender la campaña.

A principios de 1817, Bolívar se atrincheró con civiles y soldados patriotas en el Convento de San Francisco el cual desde entonces se llamo Casa Fuerte por la seguridad que ofrecían sus altas paredes de mamposterías construidas por los misioneros franciscano a partir de 1715.

A finales de marzo de ese mismo año partió Bolívar para Guayana, mientras que al frente de las fuerzas en Barcelona quedaba el general Pedro María Freites, guarnición que fue destruida por el ataque del coronel Juan Aldama el 7 de abril del mismo año (Casa Fuerte de Barcelona).

La toma de la Casa Fuerte de Barcelona suscitada el 7 de abril de 1817 es uno de los más sangrientos e inolvidables capítulos de la guerra de la independencia venezolana.

Para que se lograse tomar la Casa Fuerte fue necesario luchar varios días. El 5 de abril, más de cuatro mil soldados al mando del Coronel Juan de Aldama invadieron a Barcelona tras recibir la noticia de la partida del Libertador hacia Guayana dejando al General Pedro María Freites con pocos hombres en la Casa Fuerte, pues ellos y su familias, se negaron a emigrar hacia Margarita como lo había sugerido Bolívar, quien también ordeno a los Generales Santiago Mariño y Rafael Urdaneta ayudar a la ciudad en caso necesario.

Lamentablemente, la ayuda llego tarde. El 7 de Abril de 1817 los realista atacaron a la Casa Fuerte logrando su toma en horas del medio día gracias a las balas del cañón Burro Negro, traído desde Araya. El resultado fue espeluznante, la muerte fue el común denominador, 700 patriotas aproximadamente, de nada valieron los esfuerzos heroicos de Freites, Rivas y Eulalia Ramos de Chamberlaín, es decir Eulalia Buroz quien por su valentía convirtió su muerte en un mito y su nombre en un símbolo dentro de las mártires de la independencia venezolana.

Uno de los Generales realistas encargados de la toma fue Miguel Segundo Correa, y se ha transmitido de manera oral por la familia la historia de que en el instante en que un soldado realista levantaba su espada para dar muerte a una señora y su hijita, republicanas, llegó Don Miguel Correa a ese sitio y sintiendo compasión de ellas impidió que las ejecutaran e hizo que bajo custodia las regresaran a su casa y les montaran guardia, bajo juramento de que nada les sucedería. Don Miguel presto ayuda a esa familia y solía visitarles como amigo. Una vez que la pequeña Carmen Aguilar Arbelaez, como asi se llamaba, se hizo mujer, Don Miguel se enamoro de ella y así se lo manifestó a su madre. La joven al recibir esta noticia y como había tanta diferencia de edad, al principio se mostró reacia, entonces su madre le contó lo sucedido en la Casa Fuerte y que a el le debían la vida. Poco a poco le tomo cariño hasta que al fin realizaron su matrimonio.

De este matrimonio nacen cuatro hijos, Maria Lina Correa Aguilar, quien se casó con José Camilo Rojas Fuentes de Cristal, Dolores Correa Aguilar, se casó con Don Hilario Aguilar, Rita Correa Aguilar que quedó soltera, Basiliso Correa Aguilar, del cual ignoramos sus noticias y Martina Correa Aguilar, que se casó con Don Anselmo Medina Chacín. De estas familias descienden una buena parte de los pobladores de Guanape, Valle de Guanape y San Jose de Guaribe, sobre todo de este último.

martes, 1 de julio de 2008

Luis Manuel Itriago Armas - Veneno

Militar Guanapense de mayor actividad en las diferentes guerras que se sucedieron a finales del siglo 19. El apodo de Veneno le provino desde niño, porque era implacable con los muchachos y compañeros de infancia que se atrevian contra el y se le confirmó a medida que avanzaba en su carrera militar y de guerrero por las firmezas de sus decisiones.

Veneno estuvo en dos oportunidades en Caracas, primero cuando fue comandante del cuartel El Cuño, siendo Joaquin Crespo Presidente y despues como preso politico en La Rotunda, por dos años y con un par de grillos, bajo el gobierno de Ignacio Andrade.

El 12 de Diciembre de 1.902, murió en Guanape, siendo Jefe Civil y Militar de esa Plaza, en la misma esquina donde nació, cuando defendía el Gobierno del General Cipriano Castro de una vanzada de la Revolución LIbertadora dirigida por su primo hermano Pedro rafael Armas. Es herido mientras procedia a llevar el cadaver de su primo, que había resultado muerto, a entregarlo a sus familiares, por un mauser disparado por unos de los soldados derrotados.

Moribundo, encomienda a su sobrino Tomas Perez Itriago, para lleve un mensaje a su lugarteniente, Coronel Zenon Marapacuto, en el que le pedía que dejara recoger y enterrar el cadaver del Coropnel Pedro Rafael Armas, que yacia tendido a la intemperie.

Calixto Vicente de Armas Cañas

De Armas o Armas fue el apellido que ejerció el control de casi toda la actividad política y social y económica de Guanape por más largo tiempo. Esa hegemonía se acentuó a partir de 1.808, cuando el Rey Fernando VII de España cedió a Calixto Vicente De Armas la propiedad de las llamadas vegas del rió Guanape, comprendidas entre la quebrada de Tartagal y la quebrada de Curucuti en las Aguaditas.

Es por ello que al estallar la guerra de independencia, Calixto Vicente De Armas se coloco desde sus inicios al lado de los realistas. Además, una vieja amistad con el General Francisco Tomas Morales, segundo en jerarquía de los ejércitos realistas y a quien habría ayudado a establecerse comercialmente en Barcelona en los años anteriores a 1.810, comprometiendo todo su prestigio en la causa del Rey.

Calixto Vicente sostiene en pie de guerra a la zona Nor-Occidental del rió Unare con unos 300 hombres, hasta 1.819, cuando rompe sus viejas relaciones con el ejercito Español y con su antiguo amigo y protegido Francisco Tomas Morales. Este le pide cuenta en una larga correspondencia, de la poca ayuda que esta dando a los realistas y le recuerda entre otras cosas la lealtad que los Armas siempre dispensaron a la corona, y a mantenerla viva en los momentos cruciales que se avecinaban.

Calixto Vicente le responde el 16 de septiembre de 1.820, en tono recio, firme y regañón y le ratifica su decisión de no acompañarlos ni un momento mas, entre otras razones, por los actos de crueldad cometidos por Boves, Morillo, Zuazola, Calzada y el mismo Morales, contra su pueblo.

La ruptura de las relaciones facilito la entrada del Coronel Felipe Mazero a Guanape y este pone en manos de Calixto Vicente el destino de la región con el mismo contingente de hombres que siempre comando. Mazero se desplaza desde Guanape hasta otros pueblos en su ruta hacia Barlovento y logra de ellos la adhesión esperada por Zaraza.

Ya consolidadas las posiciones para el lado republicano, el General Carlos Soublette, Vice-Presidente de Venezuela, en campaña visita a Guanape en los primeros días de Mayo de 1.821 y convoca allí una reunión con el Estado Mayor de los ejércitos del Alto Llano y Oriente del país. A la cita concurren José Francisco Bermúdez, General en jefe de los ejércitos de Oriente, el General Pedro Zaraza, comandante de los ejércitos del Alto Llano, el coronel Felipe Mazero, comandante en jefe de las Operaciones y el Comandante Calixto Vicente De Armas. A este le correspondió el honor de ser anfitrión de tres de los más distinguidos oficiales de nuestra independencia, su casa, en una de las esquinas de la plaza, dio sombra de tres días para tan importante asamblea.

De Guanape salieron los lineamientos finales a seguir por el ejercito de oriente en lo que ya son los albores de la Batalla de Carabobo, entre ellos la toma de Caracas por Bermúdez, operación que fue conocida posteriormente como la “diversión de Oriente”. Calixto Vicente aporta a ella hombres, pertrechos y ganado, Bermúdez parte para Caracas con su ejército por la fila de alto Uchire. El General Pedro Zaraza vuelve a los llanos, Calabozo, y Soublette se establece provisionalmente en el cuartel de Sabana de Uchire. Calixto Vicente queda en Guanape como guardián de la retaguardia del ejército de Bermúdez.

De allí en adelante se pierden las referencias de Calixto Vicente, hasta el 7 de junio de 1827, cuando por diligencias legítimas conjuntamente con los señores Vicente María y Carlos Armas, Manuel Itriago, Rosalino Ron, Esteban Francisco Marrero, Bartolomé Rivas, entre otros no menos prominentes guanapenses de la época, solicitaron en nombre de su pueblo -para entonces provincia de Caracas- su categoría de Municipio y de Parroquia Eclesiástica por ante el Alcalde Municipal de la Concepción de Píritu y de conformidad con las leyes vigentes para la fecha. Es así como desde esa fecha data la vida civil de este noble pueblo, y así consta en acta que reposa en el Registro Principal del estado Anzoátegui, con sede en Barcelona, la ciudad capital.
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INTERCAMBIO DE CORRESPONDENCIA ENTRE CALIXTO VICENTE DE ARMAS Y FRANCISCO TOMAS MORALES EN EL AÑO 1.820. PUBLICADO EN EL PERIODICO EL CORREO DEL ORINOCO, NRO. 86 DEL 25-11-1820.
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Calabozo 16 de Setiembre de 1820.
Señor D. Calixto de Armas.- Guanape.

Por los partes de V., mi querido Armas, dirigidos al comandante de Orituco, D. José de la Torre he visto las ocurrencias que han acaecido por la Provincia de Barcelona, no puede V. figurarse la satisfacción que me ha causado y me causará en adelante el ver tan fidedignas noticias que ellas solas me han cersiorado de cuanto ha ocurrido é igualmente S.E. á quien he recomendado este servicio el mismo que espero hara en adelante dando parte de cuanto pueda por aquella parte.
Los Armas en todos tiempos han dado lustre a los habitantes de la Provincia de Barcelona por su fidelidad, ahora mas que nunca debe mantenerse en este heroismo, ni las seducciones que los enemigos procuran a los fieles Americanos ni las ventajas que han adquirido en aquella Provincia a causa de no haber gefes, y tropas que hayan sabido mantener los derechos sagrados que la nación les había confiado, y débiles se han dejado alucinar de una orda de pícaros, ni aunque vea V. que los enemigos po¬seen alguna parte de las Provincias de Venezuela nada de esto debe arredrar a V. en teniendo noticias que la división de vanguardia al mando del Brigadier Morales existe cuenten por segura la redención de todas las Provincias. En esta fecha la división consta de 5000 hombres capaces de batir a toda la República, y alistándose hasta 12000 al mismo tiempo que estoy tomando medidas para ir en persona al Llano-alto, a concluir lo más pronto con los miserables que han tenido el atrevimiento de introducirse hasta Barcelona, y desgraciados de los débiles que voluntariamente hayan tomado partido con los enemigos.
En fin V. no ignora que amo a todos Vds. y manteniéndose como hasta aquí a to¬da costa dara todos los partes exactos de lo que ocurra al Comandante Militar de Orituco. Ygualmente vera si los de Guaribe u otros que se hallen descarriados puede con su egemplo reducirlos a que se desengañen de los ofrecimientos falsos de los enemigos, y hacerles conocer lo últil que es el gobierno de la monarquía española.
A sus hermanos que tengan esta por de ellos, y que se acuerden de la amistad que siempre les he profesado la que sera eterna premiando los servicios que en esta época hagan a favor de las armas nacionales.

Deseo lo pase V. bien, y que mande cuanto guste a su muy apacionado amigo y brigadier Q. B. S.

M. Francisco Tomás Morales.

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Señor D. Tomas Morales.-
Guanape 30 de setiembre de 1820.-

Muy Señor mío:

Acabo de recibir la de V. de 16 del corriente a consecuencia de los partes dirigidos por mi al Pueblo de Orituco a D. José de la Torre.
No hallo veces con que manifestar a V. lo que padece mi corazón cuando me acuerdo he seguido por algún tiempo un sistema de Gobierno que solo trata de des¬truir el Continente Americano. Me he comprometido a defender mi Patria en com¬paña de mis hermanos y vecindario, y todos, todos nos hemos propuesto hacerle la guerra a todo él que se declare enemigo de mi nacion.
No hay duda que en todos tiempos las armas del Rey han adquirido nombre; pero conozca V. no lo han sido ellas sino las heróicas azañas de Puy, Calzada, Yañes, Zuazola, Vd., Boves y últimamente cuantos Españoles han mandado nuestro país, que su cuna ha sido igual a su educación, pues solo han acostumbrado el egercicio mecánico y ratero para proporcionarse el alimento. iO cuanto debe V. a á la revolucion! A los Americanos, a mi el primero, que con nuestras vidas e intereses lo he¬mos colocado en ese puesto. Haya mas de esto otro motivo muy poderoso que V. puede alegarme para haber conseguido hacerse Brigadier de los egércitos del rey Fernando, éste es el haber desolado nuestro pais de modo que esto solo ha bastado para que el nombre de V. y Boves sea conocido en el por uno de los pruneros ladrones, asesinos é incendiarios, y esta fama se ha esparcido hasta por las colonias extrangeras.
Me participa que miéntras su division exista con V. a la cabeza sera bastante para destruir la República entera. No dudo lo seran sus intenciones; pero no lo acreditan sus marchas ni su acostumbrado valor, pues en tantos tiempos que ha estado casi abandonado el Llano-alto de Caracas, y el egército de V. pereciendo de hambre no ha tenido el necesario para proporcionarle el alimento, solo por temor del egército del Sr. General Paez. y ¿compone a caso éste la cuarta parte de las tropas de la Republica? ¡Vaya! permítame V. que le diga que son baladrondas españolas.
V. me manifiesta en su carta que dentro de pocos dias marcha con una division de doce mil hombres a destruir todo el Americano que fuese enemigo del rey, su carta me la hace de Calabozo, y despues me han informado se ha marchado para la Villa-de-Cura. Yo no he tenido la menor duda en creerlo, por que para mantener doce mil hombres se necesita estar cerca de los Valles-de-Aragua, aunque creo le es mas molesto para proporcionarle al egército la carne; y tambien creo no pensara V. poner en práctica la marchar al Llano-alto de Caracas, pues se nos retira para la Villa de Cura.
Me han informado que el general Morillo tiene un egército en Valencia de veinte y seis mil hombres, y no he tenido la menor duda en creerlo motivado a que siendo V. General de Brigada manda doce mil.
Extraño mucho el que a pesar de los continuos partes del Coronel Arana de que se halla perseguido por una División de la Republica, no le hayan auxiliado con algu¬na tropa de los doce mil hombres que manda V., motivo que lo ha expuesto a embarcarse en La Laguna de Tacarigua, y marcharse sin saber el destino que lleva; solo si nos han informado que los ganados que quitó este Señor para la tropa los redujo a moneda: pregúntele V. con que fin lo habrá hecho.
Creo sabra V. que los Pueblos, Valle de la Pascua, Tucupido, Potrero, Onoto, Clarines, Píritu, Aragua, Guaribe, Guanape, Uchire y Cupira, convencidos de la justicia que han tenido los Americanos para hacer la guerra al gobierno Español se han levantado en masa: y unidos al Egército de la República, buscan con ansia su enemigo para destruirlo, si V. ha metido en cuenta los hombres que encierran estos Pueblos, rebajelos del total y mande a quien B.S.M.-

Calixto V. de Armas .