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viernes, 10 de diciembre de 2010

La Laguna de Unare

Álvaro Armas Bellorín
Cronista de Clarines

La primera vez que el nombre de “Uchire” aparece en la historia para señalar la existencia de un poblado o de una comunidad, fue el año 1.599, fecha en la cual el Capitán español Juan García Carrasco, fundó, en la desembocadura del río Uchire al caserío “San Juan de la Laguna de Uchire”. Esta fundación significó el inicio de una serie de acontecimientos que trajeron como consecuencia el origen y formación de lo que hoy conocemos como: Sabana de Uchire y Boca de Uchire, dos pueblos parteados por la violencia.

San Juan de la Laguna de Uchire, fue fundado estratégicamente para facilitar el paso del ganado vacuno que frecuentemente se trasladaba desde los llanos hasta Cumana y Araya, pueblos estos siempre carentes de carne para el consumo humano; sin embargo, aún cuando la razón de su existencia se basaba sobre este poderoso argumento, duró muy poco.

En 1.629, es decir, 30 años después de haber sido fundado, decidieron abandonarlo al no poder resistir a la tragedia de los asaltos de las tribus aborígenes aledañas, quienes sabiéndose legítimos propietarios del territorio, se resistían a no aceptar la actitud deshonesta e inhumana de aquellos conquistadores; siendo el último suceso contra aquel pueblo y el decisivo para que sus habitantes lo desalojaran completamente, la acción que liderizó la Cacica Magdalena cuando atacó con grupos palenques, la ranchería que conformaba aquel pueblo en represalia a la actitud de un conquistador español que había dado muerte a varios aborígenes palenques y raptado otros con el fin de trasladarlos a Caracas para esclavizarlos anexándolos a sus servicios. Con este suceso violento, San Juan de la Laguna de Uchire desapareció completamente, sin embargo desde ese momento, la zona aledaña a la desembocadura del rió, es decir, lo que hoy conocemos como Boca de Uchire, empezó a conocerse con el nombre de. “Sitio de Uchire” o “Asiento de Uchire”.

Pasado algunos años de la desaparición del pueblo San Juan de la Laguna de Uchire, nació el pretexto del español de defender contra los holandeses, la larga salina (1) que conformaba parte de lo que hoy conocemos como la Laguna del Unare, y por su puesto, reforzar la idea de la ubicación estratégica que significaba el “sitio de Uchire” como puerto tradicional para el embarque del ganado y cueros.

Es importante tener claro que lo que hoy conocemos como “la Laguna del Unare”, era, en su gran mayoría una inmensa salina que se extendía desde las márgenes del río Unare - cerca de su desembocadura - hasta las orillas de la Laguna de Cariamana, que quedaba en las cercanías de la desembocadura del ríoUchire, salina esta considerada por los españoles como una peligrosa atracción para aquellos pueblos extranjeros que necesitaban de la sal como un elemento indispensable para los navegantes de aquel tiempo, entre ellos los holandeses.

Así pues, con estas dos excusas: la importancia estratégica del sitio y la necesidad de proteger la salina, Juan de Urpin (2) decide fundar en el mismo sitio donde existió San Juan de la Laguna de Uchire, lo que se conoció como La Nueva Tarragona, en honor a la “fiesta de la degollación de San Juan”; fundación esta que corrió con menos suerte que San Juan de la Laguna de Uchire, pues apenas, si duró 5 años fue mucho.

Esta nueva fundación se llevó a cabo el 2 de mayo de 1.638 y fue abandonada por sus pobladores, el 15 de julio de 1.643 después de sufrir repetidos ataques de los aborígenes de la tribu Tomuzas, quienes espoleados por los excesos que contra ellos se cometían, incendiaron y desalojaron totalmente la recién fundada Tarragona; Sin embargo en su efímera existencia vale la pena recordar un logro importantísimo de su fundador Juan de Urpin, quien a raíz de una confrontación bélica que tuvo con los holandeses el año 1.640 por la posesión de la salina y además, en vista de la imposibilidad cierta de protegerla constantemente; se propuso inutilizarla, construyendo para ello un canal que conduzca agua dulce directa desde el sitio mas cercano del río Unare, hasta la salina con el fin de sesgarla, logrando así ensanchar considerablemente lo que en aquel tiempo se conocía como la Laguna de Cariamana y a la vez creando involuntariamente, lo que hoy conocemos erróneamente como la Laguna del Unare, que en definitiva es, un inmenso estuario, con 22 Km. de longitud por 7 Km. de ancho, el cual proporciona, una valiosa fuente de recursos con la buena pesca que allí abunda (Camarones, Lisas, Róbalo, Chamacos y Lebranches) con un peculiar y exquisito sabor; sin mencionar el inmenso valor que tiene este gran estuario desde el punto de vista ecológico, como ecosistema y reservorio de aves donde se albergan especies en vías de extinción, así como otras migratorias que se alimentan principalmente de los crustáceos (camarones y cangrejos) que abundan en la Laguna.

Este canal, fue realizado el año 1.642 y costó aproximadamente, según cálculos del propio Juan de Urpin, 50.000 ducados. Además, fue necesario convocar a los pocos caciques de los poblados indígenas que congeniaban con los españoles, para lograr el grueso de la mano de obra. El mismo Urpin al escribirle al rey, describe algunos detalles de los costos:

...“de solo maíz reunimos cinco mil quinientas fanegas, sin mucho casabe y otros bastimentos; se trajeron un mil quinientas reses vacunas para el beneficio y abastecimiento; fabricáronse muchos ranchos; convocáronse indios sin número y fue el trabajo de unos y la diligencia y el cuidado de todos tan porfiado que en tres meses se vieron logrados mis deseos…”.

Con el tiempo la laguna siguió ensanchando sus limites hasta lograr que parte de los caños que conforman el Delta del Unare, se incorporen a la laguna (Caño Norte y Caño Sur) siendo hoy en día los que surten con mayor cause de agua dulce al gran estuario que hoy seguimos conociendo como la Laguna del Unare.

  1. La sal de esta zona de Venezuela dio muchos quebraderos de cabeza a los gobernantes venezolanos y supuso mantener una serie de pleitos entre los gobiernos de España y de los Países Bajos (Holanda), que enturbiaron las relaciones diplomáticas de ambas naciones. Estos conflictos nunca llegaron a solucionarse, ya que la concesión que formalmente habían solicitado los holandeses, definitivamente era rechazada por España en 1.671.
  2. Joan Orpí i del Pou, también llamado Juan Orpín o Urpín (Barcelona, España, 1593-Barcelona, Venezuela, 1645) fue el último conquistador de Venezuela y un administrador español.
    En junio de 1623, con el nombre de Gregorio Izquierdo, embarcó como soldado en una expedición destinada a defender las ricas salinas de Araya (Venezuela), que los neerlandeses pretendían apropiarse.
    En 1624, el gobernador de la Nueva Andalucía, Diego de Arroyo Daza, nombra a Urpín Teniente General de la provincia de Cumaná (puesto que ocuparía hasta 1627-28). Ese mismo año la Real Audiencia de Santo Domingo reconoce su título de licenciado en Derecho obtenido en Barcelona, lo que, tras su estancia en Cumaná, le permitió ejercer de asesor jurídico en Caracas por encargo de la misma Audiencia.
    En 1631 se traslada a Santo Domingo. Allá, la Real Audiencia solicitó aspirantes que pudieran llevar a cabo, con sus propios medios militares y económicos, la conquista de la zona habitada por los indios cumanogotos, que dificultaban las comunicaciones e impedían el comercio entre las gobernaciones de Venezuela y Cumaná. Dicha zona comprendía fundamentalmente las cuencas de los ríos Unare y Neverí. Orpí optó a realizar tal misión y en diciembre de 1631 le fue finalmente encomendada a él.
    A pesar de la oposición de los otros tres pretendientes (más poderosos e influyentes que él) y del gobernador Francisco Núñez Melián (que llegó incluso a encarcelarle), en 1632 consigue organizar la expedición y se adentra en el nuevo territorio. Fundó los asentamientos de Santa María de Manapire y San Pedro Mártir, pero le fue revocada la concesión de la colonización y gobernación de las nuevas conquistas. Esto le obligó a pleitear para recuperarla, primero ante la Audiencia de Santo Domingo (1633) y luego ante el Consejo de Indias, para lo cual tuvo que viajar a España. Finalmente en 1636 consiguió la confirmación del nombramiento.
    Reemprendió la exploración, conquista y colonización, derrotando definitivamente a los cumanogotos en 1637. En febrero de 1638 fundó Nueva Barcelona del Cerro Santo (la actual Barcelona). El territorio que agrupó bajo su mandato se extendía desde San Felipe de Austria (hoy Cariaco) hasta el Cabo Codera, y desde este al Orinoco. No pudo expandirlo, pues encontró fuerte oposición de las gobernaciones vecinas, cuyos límites ya estaban prefijados. Llamó a su jurisdicción Nueva Cataluña, aunque a la postre las autoridades de la Corona no ratificaron oficialmente el nombre. Durante su gobierno Urpín defendió la costa contra los ataques neerlandeses e impulsó el desarrollo de la ganadería y la agricultura, y tuvo que enfrentarse a varios obstáculos políticos y legales que le pusieron sus detractores y enemigos. Murió el 1 de julio de 1645, sin haber terminado de realizar sus planes al frente del gobierno. En 1654 la provincia de los Cumanogotos fue abolida y su territorio se integró dentro de la jurisdicción de Cumaná.

domingo, 31 de octubre de 2010

Marco Antonio García Sifontes

El eterno anfitrión

Álvaro Armas Bellorín
Cronista de la Ciudad de Clarines


El 6 de febrero de 1.928, en la casa de la Sra. Francisca Rangel, en Valle de Guanape, se llevó a cabo la firma del acta fundacional de lo que se conoció como Municipio Carvajal, adscrito al Distrito Bruzual (1) Esa mañana algunos de los firmantes tomaron la palabra espoleados por la euforia nacida del saberse participes de un acontecimiento histórico destinado a recordarse por la posteridad. Cuentan que uno de los últimos en hablar fue el joven Marco A. García, -quien aprovechando que allí se encontraban algunos representantes del gobierno regional- tomó la palabra fustigando la dejadez y el olvido de las autoridades nacionales hacia los pueblos de la zona oeste del estado Anzoátegui y en consecuencia propuso que se le enviara al General Juan Vicente Gómez, un telegrama informándole al benemérito el nacimiento del nuevo Municipio y a la vez para recordarle algunas de las necesidades mas apremiantes que requería el Distrito Bruzual.

La propuesta de Marco A. García fue celebrada por todos los presentes, sin embargo, como era de esperarse, los redactores del telegrama (2), se limitaron a informar la instalación del nuevo Municipio y en consecuencia cambiaron sustancialmente el verdadero sentido de la propuesta inicial; pero aun así, la figura de Marco A. García -quien para ese entonces era un joven de 29 años de edad-, quedó grabada en todos los presentes, como la de un hombre que no le temblaba el pulso a la hora de decir ante cualquiera lo que debía decirse y como la de un ciudadano que ya se perfilaba como integro y preocupado por todos los acontecimientos que ocurrían en el seno de su Distrito natal; condición esta que lo acompañó por el resto de sus días. Este telegrama quedó redactado de la siguiente forma:

Valle de Guanape, 6 febrero de 1.928
Sr. General Juan Vicente Gómez
Presidente de la Republica de Venezuela
Maracay

En medio de jubilo intenso de esta laboriosa comunidad, ha sido instalado solemnemente el Municipio Carvajal y nuestro primer recuerdo es por Ud. fundador de esta era de bendita paz, en cuyo seno hemos realizado una legitima aspiración de nuestras almas, bajo el Gobierno de Orden y de Progreso efectivo que rige en este Estado el Gral. Lino Díaz secundado debidamente por el Dr. M.L. Ron Pedrique y por ello le enviamos nuestro voto por su prosperidad y ventura personal.

Sus Amigos
Firmado por todos los que suscribieron el acta fundacional.

Este acontecimiento ocurrido en Valle de Guanape, es necesario traerlo a colación a la hora de hablar de Marco A. García, pues en estos menesteres de investigar la historia chica de los pueblos de la zona oeste del Estado Anzoátegui, nos hemos dado cuenta, que casi todos los acontecimientos trascendentales que ocurrieron en las décadas del 20,30,40 y parte del 50, tuvieron que ver directa o indirectamente con Marco A. García, y prueba de ello es que el día de su muerte, un clarinés notable dijo en la oración fúnebre de Marco A. García, el mejor concepto, y el mejor discurso que pueda respaldar tal aseveración:

“Hombre sencillo, modesto y siempre preocupado en toda hora, por los intereses y gente de su tierra natal. En las piedras de sus calles, en la amada Iglesia Colonial, en todas las casas clarinesas estará siempre vigente la memoria de la acción benefactora de Marco A García, quien sin discusión alguna fue el mejor benefactor de su pueblo. Y no admito que ningún clarinés de mente mezquina regatee a Marco el cetro del mejor clarinés de nuestro tiempo”(3).

Había nacido en Clarines el 29 de septiembre de 1.899 y murió en Caracas el 10 de octubre de 1.967. Era hijo único del matrimonio entre Julio García Ramírez (4) y Gertrudis Sifontes (5). Fue alumno destacado del Colegio Privado “Arístides Rojas” que fundó y dirigió en Clarines con mucho éxito el Doctor José de Jesús Tirado. Desde muy joven se dedicó al expendio de medicinas y fundó en Clarines la “Botica Central” donde manejaba con gran capacidad y conocimiento la preparación y elaboración de formulas farmacéuticas. Tiempo después ingresó a la administración pública ejerciendo cargos de gran responsabilidad como: Registrador Subalterno; Juez del Distrito Bruzual y Concejal por el mismo Distrito, llegando a Presidir el Consejo Municipal en varias oportunidades. Casó en Clarines con María Amparo López (6) de cuya unión nacieron dos hijas (7): Raquel García (8) y Helena García (9).


Marco A. García era un hombre alto, fornido y de buen carácter que se distinguía de lejos con sus camisas blancas que contrastaban con el negro de sus tirantes por encima del hombro y con la cadena que sostenía su reloj de bolsillo. ¡allá viene Marco García!. Era un hombre muy querido en su pueblo. Quienes lo conocieron insisten en resaltar su condición de hombre bonachón, respetuoso, justo, sin tachaduras y siempre presto para interceder ante cualquier autoridad por los intereses comunes de los bruazualeños (10). Además tenía la virtud de saber plantearse una estrategia para lograr que las autoridades escucharan sus planteamientos y sus solicitudes a favor de la comunidad. Se sabe con certeza que en su casa (11) en Clarines recibía y hospedaba al obispo de la diócesis de Guayana: Monseñor Mejias y a casi todos los Presidentes y Gobernadores del estado Anzoátegui que ejercieron sus funciones en las décadas de 30 y 40, incluso a aquellos que pensaban diametralmente distinto a él y eso era difícil lograrlo en los tiempos en que no se admitía con facilidad el disentimiento y la contrariedad. Todavía se recuerda que en 1.937 y 1.938, por invitación reiterada de Marco A. García visitó a Clarines, en más de una oportunidad, el Presidente del Estado Anzoátegui, el Dr. Pedro Felipe Arreaza Calatrava; cuentan que gracias a ese contacto directo que tuvo el gobernante con las urgentes necesidades que afrontaba aquella comunidad sumida en el mas profundo olvido, se hicieron realidad -en esos dos años- las cuatro obras públicas que literalmente sacaron a Clarines del oscurantismo: esas cuatro obras fueron las siguientes: la graduación de la Escuela Peñalver(12); la adquisición y puesta en marcha de la planta eléctrica con alumbrado en las principales calles del pueblo (13), construcción del primer acueducto(14) y la construcción de la sede de la Medicatura Rural (15).
De allí en adelante y como buen descendiente que fue, de dos de las familias mas útiles y hospitalarias que han echado raíces en toda la cuenca del Unare (16), el nombre de Marco A. García siguió creciendo como anfitrión y benefactor de su pueblo; invitando y recibiendo en su casa -uno a uno- a los sucesores del Dr. Pedro Felipe Arreaza Calatrava como Gobernantes del Estado Anzoátegui: trayendo con ellos algún beneficio a estos pueblos de la zona oeste del estado. Entre estos gobernantes que visitaban su casa con frecuencia, todavía se recuerda al Dr. Manuel Tiberio Arreaza, Dr. Pedro Cruz Bajares, Jorge Mogna, Dr. Rafael Enrique Garroni, Manuel Aspurua, Dr. Pérez Machado, Dr. Manuel José Arreaza, Dr. Ali Montilla Carreyó entre otros.

Por todos estos aspectos y otros que hemos omitido por razones de espacio, podemos decir -sin miedo a equivocarnos- que Clarines fue afortunado al tener entre sus hijos a hombres como Marco A. García quien haciendo su vida, intercedió con empeño certeza para dejar a su pueblo natal y a las poblaciones circunvecinas, muchísimo mejor que como lo encontró.


Notas:

  1. El propósito de la firma de esa Acta era instalar en el sitio, la decisión tomada por la Asamblea Legislativa del estado Anzoátegui días atrás (12 de enero), de convertir el caserío de Valle de Guanape en Municipio adscrito al Distrito Bruzual.
  2. Dr. M.L Ron Pedrique, Secretario General de la Presidencia del Estado Anzoátegui y Simón Morón Lander Diputado por el Distrito Bruzual a la Asamblea Legislativa.
  3. Palabras pronunciadas por el señor José Casimiro Chacín Lusinchi, en el sepelio de Marco Antonio García Sifontes, en el Cementerio General del Sur de Caracas, el 11 de Abril de 1.967.
  4. Julio García Ramírez era el hijo mayor de doce hermanos. Hijos todos de Manuel García Albornoz y Mercedes Ramírez. Murió el 27 de mayo de 1.918 en Clarines a los 76 años de edad.
  5. Gertrudis Sifontes era hija de Indaleza Sifontes y Juan Bautista Alcia. Murió en Clarines el 28 de diciembre de 1.921 de tétanos.
  6. María Amparo López era hija de Josefa López Mejias y Félix Martinez Borrego, hermana de Rafael López y José Manuel López.
  7. Además de sus dos hijas, Marco Antonio García crió y formó como a otro de sus hijos a su sobrino: José Antonio López López, ex funcionario Público, casado con Carmen Guzmán; Educadora con los siguientes hijos. Antonio José López (Ingeniero Agrónomo UCV ) y Luís Miguel López (Ingeniero Civil).
  8. Raquel García. De profesión: Bionalista y Comunicadora Social graduada en la UCV. Divorciada del Médico Gastroenterólogo Nicanor Borges, con los siguientes Hijos: Nicanor Fernando Borges, (Administrador de empresas graduado en la Universidad de Harsord y Postgrado en Mercadeo en la Universidad de Harvard de Boston USA). Y Marco Antonio Borges, (Ingeniero Mecánico graduado en la Universidad Simón Bolívar).
  9. Helena García. Economista graduada en la Universidad Central de Venezuela, casada con Felipe Ávila Espinoza: Médico Veterinario de la UCV profesor de la misma Universidad y ex decano encargado de la Facultad de Medicina Veterinaria con Maestría en Microbiología de la Universidad de Illinois USA. Hijos Javier Felipe Ávila García empresario y comerciante y Eleazar Ávila García Licenciado en Informática de la Universidad Central de Venezuela.
  10. Mucha de la información recogida en este escrito, fue proporcionada por el pariente David Álvarez Piñero, hombre de extraordinaria memoria que sintió por Marco A. García un profundo sentimiento de respeto y admiración.
  11. La casa de Marco A García quedaba en la calle San Antonio, donde hoy vive Carmen de López, -entre la casa de Salvador López y la casa donde en el pasado funcionaban todos los poderes públicos en Clarines: la Prefectura, el Juzgado, el Registro Público y el Consejo Municipal-. Allí tenía su farmacia. Vale la pena recordar que en esa casa Marco A. García junto con Rómulo Betancourt, Luís Beltrán Prieto Figueroa y Valmore Rodríguez fundaron el Partido Acción Democrática de Clarines en 1.943.
  12. La Escuela graduada Fernando Peñalver, funcionó en una hermosa casa solariega, -ya demolida- ubicada en el cruce de las calles Comercio y El Sol, exactamente donde hoy funciona la Prefectura. Su primer Director fue el maestro barcelonés Enrique Rodríguez Courbenas.
  13. La planta eléctrica fue instalada en el cruce de las calles Bolívar con Tomas Fernández, exactamente al frente del Banco Caroni. El primer operador fue Don Emilio Chivico.
  14. La instalación del primer acueducto de Clarines fue todo un proceso que se inició con la perforación de pozos en varios sitios distintos, sin embargo al ver que el agua que manaba era extremadamente salobre decidieron hacer una toma directa al Unare en el sitio de Jay, con lo cual bombeaban agua insalubre hasta un tanque elevado que instalaron en El Cerro de los Chivos y de allí por gravedad era distribuida a la red de tubería que colocaron en las cuatro calles que existían en el pueblo. El constructor de este acueducto fue un norteamericano fornido y mal hablado conocido como Mister Mayer.
  15. Hasta 1.938 no existía en Clarines una sede donde funcionara la Medicatura Rural conocida por todos como el dispensario. Ese año la Dirección de Obras Publicas de la Presidencia del Estado Anzoátegui, envió a Clarines a un grupo de trabajadores liderizados por un hombre conocido como Aguilucho, los cuales construyeron dicha sede, en la calle San Antonio exactamente en el sitio donde hoy funciona la Logia en Clarines: “Estrella del Unare”.
  16. Marco Antonio García descendía de dos familias importantes de la zona: Los García y los Sifontes. Los García hicieron muchísima historia en toda la Cuenca del Unare y mas allá, era una familia útil y comprometida con el progreso económico de la región. El padre de Marco A. García era hijo de Manuel García Albornoz y hermano de Manuel García Ramírez lo que equivale a decir que era familia cercana de los dos hombres que ostentaron el poder económico de toda la región por mucho tiempo. Eran hombres de negocios que invertían y fomentaban la siembra y la cría, por eso -mientras vivieron- el progreso económico de Clarines y las zonas adyacentes era una realidad; tanto es así que Rafael Armas Alfonzo dice en sus notas que el día de la muerte de Manuel García Ramírez, la gente decía: “se acabó Clarines”. Los Sifontes era una familia hospitalaria por excelencia. Doña Gertrudis Sifontes –Madre de Marco A. García- toda su vida se dedicó a la enseñanza en Clarines, era hija de Indaleza Sifontes y Juan Bautista Alcia, dos personajes que a su vez se recuerdan mucho en Clarines. Indaleza era la primera de las tres hijas que tuvo Petronila Sifontes, la misma que el 9 de enero de 1.817 le obsequió al libertador Simón Bolívar guarapo de panela para que calmara su sed cuando este huía de la derrota que sufrió en los Barrancones. Todavía los descendientes de Marco A García conservan esa taza como parte de su riqueza. Por otra parte Juan Bautista Alcia quien viene a ser abuelo materno de Marco A. García es quien hace la donación de la campana más grande y sonora que existe en la iglesia de Clarines, en ella se puede ver su nombre.

Nota Final: Como casi todas las publicaciones de este blog, cuando se poseen datos genalógicos de los mencionados en los artículos, se hace enlace con nuestra página de genealogía y se puede ver haciendo clic en los nombres que aparecen en negrillas e italica.

domingo, 24 de octubre de 2010

El Anafalbeto - A sus 74 años de aparición.

74 años del Analfabeto

Al cumplirse hoy 25 de octubre de 2.010 74 años de la primera publicación del primer periódico de Valle de Guanape, Analfabeto. "Va, pues Analfabeto, el Juan Bimba de este Valle, tan ignorante como él solo, en busca de mejoras para él y para sus hijos; tiéndele tu mano, hermano, no lo hagas parecer, ayúdalo, no lo desprecies, no lo critiques, pues no sabe leer ni mucho menos escribir, pero lleva dentro de su pecho un corazón henchido de patriotismo, divina llama que prendiera en el, el hermoso cuento del hombre de bélicas proezas, que en su crasa ignorancia no alcanza a comprender, pero al que rinde respetuoso culto como a un DIOS"...

"Los hombres que dejan huellas imperecederas,
No desaparecen, quedan vibrando en sus escritos
Con una vitalidad que los hace siempre actuales.
Vigentes, con una palpitante frescura de lo que no pasa
De lo que está en constante y continuo remozamiento”(1)

Reconociendo, honrando y agradeciendo a mis ancestros hoy muy especialmente a mi tío Brígido González Guarepe a todos las almas de los seres que participaron de alguna manera , a los que llegaron primero que ellos, a los que llegaron con ellos y los que vinieron luego de ellos, (Maravilloso legado), a abrir la ventana de la comunicación del mágico sector de nuestra bella tierra VENEZUELA, llamada VALLE DE GUANAPE. Siento que hoy ellos hablan a través de mi.

Voy en buen camino, mientras avanzo llego a ustedes, mi alma me llevó a este encuentro con ustedes mis ancestros, sus amigos y a la tierra que vio nacer a algunos y acogió a otros, donde dieron sus primeros pasos, sus primeras letras y se formaron como excelentes pilares del hombre que hoy soy. A ustedes pues por favor les pido la bendición porque lo estoy haciendo diferente a ustedes. Gracias.

Gracias a mi tía Teresita Silva de González por su amor, su apoyo, su ejemplo y su complicidad. Bendiciones. Gloria a Dios.

En el año 1978 fue elaborada una recopilación de todas las 43 publicaciones de ANALFABETO por: Efraín Abad Armas, Pedro González Abad y Alfredo Silva para conmemorar los 50 años de vida Municipal (6-2-1.928 - 6-2- 1.978) de Valle Guanape, la cual puede ser buscada en la Biblioteca Nacional de Venezuela y próximamente en formato PDF en internet. Por otra parte existe un libro maravilloso de un periodista hijo de Valle de Guanape, Marcos Torres Velazco, llamado Valle Guanape Viaje al Paraíso que se los recomiendo ampliamente, cuando obtenga la autorización de él lo digitalizaré y lo publicaré en Internet.

"Sembrando grano una vez, recogerás una vez
Plantando un árbol, recogerás diez veces
Instruyendo a un pueblo, recogerás cien veces" (2)


ANALFABETO
Por: Teresita Silva de González

En el año 1925 llegó la familia González Astudillo a Valle de Guanape, el cual no era todavía municipio sino un caserío llamado Cangrejal del Distrito Bruzual, Estado Anzoátegui. Esta familia estaba constituida por los esposos: Don Pedro González y Doña Manuela Astudillo ambos nacidos en el pueblo de Píritu, Estado Anzoátegui igual sus hijos, los cuales eran Perucho, Santana, Francisco, Matías, Rigoberto, José Manuel y Jacinta, también se vino con ellos Brígido que era nieto, hijo de Perucho el mayor de todos y de Juana Guarepe, por esta circunstancia los hijos de Don Pedro y Doña Manuela lo consideraban su hermano menor, ya que se crío con ellos. El primero en llegar fue Perucho, luego se vinieron los demás. Eran todos comerciantes, el primero se vino a trabajar con Don Calazan López, que era un hacendado de café y que tenia una hacienda en el Oscurote, un caserío cerca de el Valle, en ese tiempo había muchas haciendas de café ya que el lugar era muy rico en la agricultura y la cría de ganado vacuno, tierra muy fértil, muchas familias venían atraídas por la alta y buena producción agrícola. Se formó una calle larga, donde los comerciantes ofrecían sus mercancías a cambio de los productos del lugar, entre otros comerciantes estaban los hermanos González Astudillo quienes trabajaban como comerciantes y a la vez solicitaban en unión de otros habitantes servicios para mejorar la vida del pueblo.

En 1928, Valle de Guanape, fue elevado a la categoría de Municipio con el nombre de Carvajal, héroe del Estado Anzoátegui, como era de esperarse, cambió la situación del lugar. Luego la familia González fue aumentando debido a que los hijos se fueron casando y formando sus respectivas familias en el lugar. El primero en hacerlo fue el mayor llamado Perucho, quién se casó con Eva Abad Armas en 1.926. Sucesivamente se casaron los demás, Francisco con Trina Díaz López, Santana con María Marrero, Rigoberto con Carmen Blanco y Matías con Lucila Sosa. Siguió creciendo la familia y también los negocios, algunos de ellos tenían fincas y potreros.

En 1.936, muere el General Juan Vicente Gómez, quien había gobernado a Venezuela durante 28 años y para canalizar todas las inquietudes y necesidades del lugar, Brígido, el hijo mayor de Perucho, fundó en colaboración de Rafael Marrero Armas y de otros habitantes del lugar un periódico llamado Analfabeto, que servía de vocero a todas las personas del lugar. Este periódico no fué impreso en el pueblo ya que no había imprenta, pero se mandaba a Altagracia de Orituco y Sabana de Uchire, colaboraban en sus peticiones y críticas Rafael Marrero en primer lugar, Santana González, Tomas Aquino López, Ramón Medina, Juan Silva y otros.

Alcanzó a circular 43 números desde el 25 de octubre de 1.936 hasta al 22 de Marzo de 1.943 y la junta que lo patrocinaba se llamaba Junta Patriótica Pro Anzoátegui del Municipio Carvajal, en realidad el espíritu de ese periódico era velar por el bienestar del pueblo y sus habitantes, hasta ahora la única fuente de referencia informativa de esos apartados lugares de Venezuela.

Pasados 42 años, el 11 de Enero de 1.978, y con motivo del 50 aniversario de la creación del Municipio Carvajal, cuya capital es Valle de Guanape, se hizo una edición facsimilar del ANALFABETO, la cual fue prologada por el gran periodista Héctor Mújica (Q.E.P.D.) resumió con su extraordinaria capacidad de síntesis todo el contenido de los 43 números publicados, también el periodista Pedro González Abad había hecho el 6 de Diciembre de 1.977 a manera de introducción, pero ninguno de ellos logró captar el amor la perseverancia y el espíritu de sacrificio necesarios para lograr obtener este fruto tan preciado del periodismo venezolano de provincia, que según el mismo Mujica: "Marca un hito en el periodismo regional de esta porción de la patria Venezolana (...)" es también el mejor legado que dejó Brígido a su esposa, hijos y familiares.


(1) Mario Briceño Perozo.
(2) Proverbio chino.

Nota: Este artículo se complementa con los estudios genealógicos de algunos de los mencionados. Pueden hacer clic en los nombres que aparencen en negritas e italica y enlazan con la página de genealogía de Algunas Familias.


domingo, 25 de julio de 2010

José Antonio Medina "Chiguire"

Por: Álvaro Armas Bellorín
Cronista de la Ciudad de Clarines

José Antonio Medina, conocido popular y cariñosamente por buena parte de los clarineses como “Chiguire”, haciendo alusión a su cabello rebelde y desobediente; fue uno de esos personajes de Clarines que forjaron con constancia, respeto y popularidad, la historia de la vida social del pueblo en buena parte del siglo XX. Había nacido en parto de gemelos, el 17 de abril de 1913, en el seno de una familia humilde y trabajadora, que se abría paso en aquel Clarines de una calle principal y de dos paralelas que para esa época ya empezaba a extenderse entre la Loma del Viento y la Cruz de Belén, por un lado, y el Cerro de los Chivos y la Matanza por el otro.

Su padre: Manuel Ramos Laya (1), labrador de oficio y su madre: Josefa Lucia Medina Ramos(2), clarineses de pura cepa, lograron forjar -aun con todas las limitaciones que acarreaba la constante cercanía a la estreches económica que caracterizó a su grupo familiar-, la personalidad de aquel hombre, que con el tiempo se conoció en toda la cuenca del Unare como: “buen padre, amigo y como hombre popular que supo ganarse el aprecio, el respeto y la estima de todos sus conciudadanos, al mantener a través de toda su vida, una extrema preocupación por los problemas que confrontaba la comunidad, no solamente de Clarines sino también de todo el Distrito Bruzual”(3), hoy convertido en Municipio.

Sus estudios elementales, los realizó en el Colegio de su pariente, Br. Pedro Antonio Medina(4), hasta que ya adolescente, ingresó a trabajar en la Farmacia del Dr. Blanco Peñalver, donde se hace auxiliar de farmacia practico y donde aprendió a dominar con agilidad y destreza la elaboración de formulas medicas, tan útiles ante los avatares de los nuevos tiempos y las nuevas enfermedades como el paludismo y la anquilostomiasis; actividad esta que alternó con éxito en la fabricación de esencia de vinagre y jabón negro(5). Casó, de 24 años de edad, en 1937, con Marcelina Robles, donde formó numerosa familia(6), entre ellos los profesionales: Luis Beltrán Medina Robles, Dr. en medicina -ya fallecido-; José Antonio Medina Robles, Ing. y Aura Esperanza Medina Robles, profesional de la enfermería. Familia unida, trabajadora e incondicionalmente comprometida con el pueblo, lo que por sí solo, dice mucho de la mejor obra que pudo llevar a cabo José Antonio Medina.

Esta circunstancia de encontrarse con familia y responsabilidades que atender, coincidió con el arrecio de las exploraciones petroleras, que ya llevaban mas de 15 años internándose tímidamente en la zona(7). Fue entonces cuando José Antonio Medina, decide iniciarse en el ramo de hotelería con la fundación del Fondo Mercantil “Nueva Pensión”, ubicado en la casa N° 8 de la calle el Sol(8), iniciativa esta realizada con el fin de crear mejores condiciones para hospedar y distraer al trabajador y al obrero petrolero(9); porque sin duda alguna, José Antonio Medina no fue un hombre indiferente al entorno que le toco vivir. Quienes lo conocieron, insisten en resaltar su condición de hombre accesible, cercano, popular, servicial y siempre presto a alzar su voz, a la hora de lograr las reivindicaciones de su comunidad(10), que lo llevaron casi irremediablemente, a incursionar en la política, desempeñando cargos en la administración publica, como Jefe Civil de Clarines en 1948, Jefe Civil de Valle Guanape en 1950, Administrador de Rentas Municipales, Concejal, Juez de Boca de Uchire, Sindico Municipal del Consejo Municipal de Clarines y Juez Suplente de Clarines, entre otros, desempeñados todos, con el concepto claro de lo que significa rectitud en obrar y con la constante disposición de lograr armonía y concordia entre los miembros de la comunidad, pues su condición de fundador de la Logia en Clarines: “Estrella del Unare”, donde precisamente se profesaba principios de fraternidad, basados en ideales humanitarios, y donde obtuvo el grado de “Maestro”, le ayudaban a desempeñar sus actividades apegado a los más elementales principios de probidad(11).

Otra actividad importante y trascendental que llevó a cabo José Antonio Medina, derivada precisamente de su condición de dueño de pensión, fue el aporte que hizo a la historia del entretenimiento en Clarines, al refundar un pequeño cine, que aunque no dejó de ser una actividad a baja escala, sin duda fue de suma importancia en el crecimiento socio cultural de la población joven del pueblo. Allí se podía ver películas, a bajo costo, sujeto a la curiosa condición de que los espectadores debían llevar donde sentarse. (12). Por todas estas razones, podemos decir sin duda alguna, que José Antonio Medina llamado, con su consentimiento: Chiguire, es una de las figuras del Clarines del Siglo 20 que haciendo su vida ayudaron a construir un Clarines aun mejor.

Notas:
  • 1. Manuel Ramos Laya, nacido en Clarines, hijo legítimo de Juan Ramos y Felicita Laya.
  • 2. Josefa Lucia Medina Ramos, era una de los 10 hijos que tuvo Don José Maria Medina, con su esposa Leonor Ramos.
  • 3. Así lo definió el “Acuerdo” emitido por el Consejo Municipal del Distrito Bruzual del Estado Anzoátegui, el 16 de octubre de 1977, motivado a su fallecimiento. Firmado por Santos Rivero, Presidente del Consejo Municipal y Providencia de García, Secretaria del Consejo.
  • 4. El Br. Pedro Antonio Medina Ramírez, venia siendo primo hermano de Josefa Medina Ramos (Doña Chepa), Madre de José Antonio Medina. Es decir, su primo segundo. El Br. Pedro Antonio Medina, maestro de generaciones, fue sin duda uno de los personajes trascendentales de Clarines, que tenia el don de saber enseñar. Había fundado en 1877 una Escuela Mixta, que funcionó a satisfacción de todos los interesados. Era una escuela particular. Posteriormente se hizo cargo de la Escuela Federal, pagado por el Gobierno donde sirvió 45 años ininterrumpidamente como educador, entre sus alumnos se menciona a hombres que sobresalieron en el ámbito local y nacional. Murió el 11 de febrero de 1928 a los 70 años de edad, lo sustituyó en el cargo el Sr. Manuel Moreno Hernández.
  • 5. En Clarines habían varias personas que elaboraban Jabón negro artesanalmente; entre ellos Las Rondón, Rafael Armas Alfonzo y José Antonio Medina. Su fabricación era un proceso de varios días, en los cuales había que producir en primer lugar la lejía, la cual sacaban de los carbones de un arbusto conocido en la zona como “cabeza e negro”. Una vez que se tenía la lejía, se vertía en un gran caldero junto al sebo o grasa de ganado, removiéndose incesantemente a fuego lento, hasta lograr “el punto”. Posteriormente aquella jalea espesa, se vertía sobre una formaleta predestinada para ese fin, donde se dejaba reposar, para luego picar en barretas y expender a los interesados.
  • 6. Además de los hijos mencionados, José Antonio Medina, junto a Marcelina Robles, tuvieron y criaron los siguientes hijos: Josefina Medina Robles, Rafael Santiago Medina y Yolanda Manzano.
  • 7. Desde 1921 se inició, la exploración petrolera en Anzoátegui; llegando por esos años a Clarines y las zonas cercanas. Ver pagina 31 del libro “Del Oriente Venezolano”, de Rafael Armas Alfonzo.
  • 8. La casa N° 8 de la calle el Sol, fue en sus orígenes casa de familia del Ingeniero Ricardo Alfonzo Rojas con su esposa Maria Enriqueta García Domínguez. Perteneciente hoy en día a la sucesión Armas Ponce.
  • 9. Es importante recordar que paralelo a esta actividad hotelera, José Antonio Medina, se inició en el expendio de licores, fundando el bar restaurant de tipo familiar, ampliamente conocido como “Bar Restaurant José A. Medina”, mejor conocido como: “Bar Chiguire” ubicado en la esquina de la calle San Antonio con calle El Sol; sitio de encuentro, lleno de anécdotas, que mencionamos aquí, por lo que significó para el acontecer diario del pueblo de Clarines y de las zonas adyacentes.
  • 10. Así lo dice el Ing. Alejandro Arismendi, en la extraordinaria pieza oratoria pronunciada como oración fúnebre ante la tumba de José Antonio Medina, el lunes 17 de octubre de 1977, a las 10 AM, en el cementerio Norte de Clarines.
  • 11. José Antonio Medina, se inició como aprendiz de Masón en la Logia Protectora de las Virtudes de Barcelona, llegando a tener el grado de “Maestro”. Información suministrada por David Álvarez en Lechería.
  • 12. Este cine estaba ubicado en una dependencia de la casa de esquina de la calle el Sol con la Calle San Antonio. El operador era Carlos Caguaripano, conocido como el Negro Moquinga. Allí se proyectaban películas como: el Conde de Monte Cristo, El Zorro, Doña Bárbara y las películas tradicionales de Semana Santa, entre otras. Información suministrada por David Álvarez en Lechería.


miércoles, 12 de mayo de 2010

Visita del Obispo Mariano Martí a Altagracia de Orituco el año 1.783.

Aun cuando el propósito de la presente publicación es mostrar la trascripción literal de los datos recabados por el obispo Mariano Martí en su visita al pueblo de Altagracia de Orituco en marzo del año 1.783, creemos conveniente hacer una reseña de tus datos biográficos, que no es más que un resumen de los datos publicados por la Academia de Historia en los libros que hemos tomado como fuente. Estos libros pueden ser adquiridos en la librería del Palacio de las Academias, son siete tomos, a un costo de Bs F. 50,00, precio mas que accesible y son unos libros que no deben faltar en la biblioteca de cualquiera que este interesado en la historia de nuestra región.

Es lamentable que no se hayan encontrado aún los libros referentes a la visita que efectuó Martí al Obispado de Puerto Rico, que incluía a todo el Oriente Venezolano, visita que fue efectuada entre los años 1.763 hasta 1.769. Estos datos que publicamos forman parte de su visita a la Provincia de Caracas, efectuada durante 12 años, desde 1.771 hasta 1.784, lugar a que fue transferido dado que le visita a la Provincia de Puerto Rico le había afectado la salud.

En esta primera parte, vamos a publicar las anotaciones que llevaba en su Libro Personal, eran anotaciones sólo para su consumo y que no iban a formar parte del informe final, por lo menos con la estructura en que fueron encontrados. En una segunda parte publicaremos las providencias o instrucciones que dejó luego de su visita a este pueblo. En cuanto a estas providencias, me pareció curioso como se mantienen las creencias a través del tiempo, el menciona en una de estas providencias que en ese pueblo existe “(…) la vana creencia de que el canto del ave nombrada Titirigí o el gallo a prima noche (Media Noche) es indicio cierto de que ha de morir alguno, o que se han dado puñaladas en el pueblo, o que vienen guerras (…)” y conmina a los pobladores a abandonar esta creencia so pena de amonestación. Lo cierto del caso es que esta advertencia, efectuada en esa temprana fecha del año 1.793 no surtió ningún efecto, puesto que casi doscientos años después, yo la escuchaba de mi abuela materna Carmen Espinoza Guzmán y era una creencia muy popular en el pueblo de San José de Guaribe y pueblos vecinos, por lo menos hasta la década de los setentas. Más nunca la he oído y creo que a las nuevas generaciones no les ha llegado.

Hay un tercer apartado que se llama Inventarios, en donde se señalan datos bastante interesantes del pueblo, con estadísticas de la población y otros, que también lo tenemos para su publicación.

El Obispo

Mariano Martí nació en el pueblo de Bráfin, en el partido de Valls, arzobispado de Tarragona, fue bautizado en la iglesia parroquial de dicho pueblo el 14 de diciembre de 1.721.

Cursó estudios en la Universidad de Cervera, en donde se graduó en ambos derechos. Se dice también que estudió en el Seminario Conciliar de Tarragona, cabe conjeturar que sus estudios universitarios no hayan terminado, a los más antes de 1.750, fecha en al que Martí cumplió veintinueve años. Nada se sabe de su vida desde esa fecha, hasta que aparece en el año 1.757 como Provisor y Vicario General del Arzobispo de Tarragona, en donde llevaba la administración de la Archidiócesis.

En el año 1.761 lo tenemos llegando al puerto de La Guaira, donde le consagró el entonces Obispo de Caracas Díez Madroñero. El 20 de Febrero de 1.762 ya estaba en posesión del Obispado de Puerto Rico, el cual comprendía, además de la isla del mismo nombre, la de Margarita y Trinidad, junto con todo el Oriente de Venezuela, siguiendo una línea divisoria imprecisa, que va desde un punto cercano de la desembocadura del río Uchire y bajaba hasta el Orinoco a un punto no lejos de Cabruta.

Entre los años 1.763 y 1.769, Martí comenzó la visita de este Obispado de Puerto Rico, pasando por Puerto Rico, Cumaná, Nueva Guayana de Angostura, Nueva Barcelona, Margarita, Píritu, Ciudad Real del Orinoco y Trinidad. Como lamentablemente no se han encontrado los registros de esta visita, no tenemos mayores detalles ella, que no sean las anotaciones en los respectivos libros parroquiales en donde se señala la visita. Sabemos que fue un recorrido bastante penoso para el Obispo, dada las distancias y los escasos medios de comunicación y el clima, que influyó en el deterioro de la salud del Obispo, obligándole a solicitar su transferencia a otra Diócesis en América o el retiro a España. Es así como, en Julio de 1.769, presenta solicitud al Rey y poco después es promovido a la sede de Caracas, vacante desde el 3 de Febrero de aquel año por el fallecimiento de su obispo Díez Madroñero.

El 14 de Agosto de 1.769, una vez que hubo recibido la bula Papal, Martí toma posesión del cargo de Obispo de la Diócesis de Caracas. Inmediatamente comienza los preparativos de la visita a este extenso Obispado, que, como ya hemos señalado, las efectúa durante doce años, tres meses y veinte y dos días, que comienzan en la iglesia Catedral de Caracas el 8 de Diciembre de 1.771 y culmina el 31 de Marzo de 1.784 en el pueblo de Guarenas. Mariano Martí visitó prácticamente toda la diócesis de Caracas, incluyendo una gran extensión territorial que formaría -en tiempos de Martí- la nueva Diócesis de Mérida: Maracaibo, Coro, Mérida y Trujillo.

Martí falleció en Caracas el 20 de Febrero de 1.792 y fue enterrado en la iglesia Catedral de Caracas, la inscripción de su lápida, tallada en mármol, dice:

"Sepulcro. Yllmo Sr Dr Dn Mariano Martí. Dignísimo Obispo de esta Santa Iglesia de Caracas. a donde fue promovido de la de Puerto Rico en el año 1770. Descanzó placidísimamente en paz el día 20 de febrero a los 72 años de su edad, a los 31 de su consagración episcopal y a los 22 de su posesión de esta silla. Visitó personalmente toda su prima Diócesis. Practicó con igual fervor y con summos trabajos, y fatiga la visita de todos los lugares de este obispado inclusive los dismembrados en el espacio de 13 años. Amante, Benigno, Liberal, Político, Religioso, devoto qual Santo aclamado al clero y al pueblo, será eterna su memoria".


Visita del Obispo Mariano Martí a Altagracia de Orituco el
19 de marzo de 1.783.
Notas del Libro Personal

Día 19 de marso de 1.783, salimos del pueblo de Lesama a las tres y quarto de la tarde, y llegamos a las seis y quarto de la misma tarde al pueblo de Altagracia, distante cinco leguas. Una legua y media, poco mas o menos, antes de llegar a este pueblo de Altagracia, pasamos por medio del pueblo (que allí es el camino) de San Rafael de Orituco. El camino, bueno. Ya antes de llegar al pueblo de San Rafael de Orituco, pasamos el río Orituco, seco, y lo bolvimos a pasar con agua corriente a distancia de unas dos quadras antes de llegar a este pueblo de Altagracia. Como queda dicho, el camino es bueno, pero no dexa de haver algunas quebradas y algunos cerritos o cerrajoncitos.

Esta Iglesia es baxo la invocación de Nuestra Señora de Altagracia, cuya imagen de bulto, con otra de San Joseph, esta colocada en el único nicho del altar mayor. Sus paredes, de bajareque, cubierta de texa y obra limpia, de tres naves que dividen columnas de palo torncadas. Hay seis intercolumnarios, a mas del Coro alto y de otro intercolumnario que hay dentro del Presbyterio o Capilla mayor. Hay Baptisterio bueno, altares en una y otra nave, a más de la Capilla honda a la cabecera de cada nave. Todos los altares están muy aseados. La Sacristía está tras del altar mayor; no está bien provista de ornamentos ni alhajas, ni corresponden a la fabrica material de esta Iglesia. Hay cementerio contiguo a la Iglesia, y se entra a él por la puerta colateral de la banda de la Epístola. No está colocado su Divina Magestad, y solamente se celebra el día del Corpus y el día de San Juan Evangelista, señalado para la fiesta de Nuestra Señora de Altagracia, con la Custodia, lo que he prohibido para este día. Aca se haze monumento. Esta Iglesia esta muy aseada y me parece que en todo este Obispado no hay otra de tan pulida y de primores por los pilares o columnas tan perfectas como éstas, por los arcos entre columna y columnas que no están apunto redondo, ni son de arco rebajado, sino de otra forma, que hazen buena figura. y el arco toral también está de una figura distincta de los arcos torales de las otras Iglesias, y parece muy bien, de manera que atendidas estas circunstancias y de estar las paredes lisas, los retablos o altares pintados, y otras, es la Iglesia mejor o más pulida. Hay órgano en el Coro alto, y no suena ahora por estar descompuestos los fuelles. A mas de la principal, hay una puerta a cada lado. El frontispicio de la Iglesia esta bueno. Véase el inventario.

Este Teniente coadjutor del Cura propietario doctrinero don Santiago Gonzales Fonte, de este pueblo, es don Gregorio Martín Betancourt y Berdugo, que nació en el pueblo de Boconó, de la jurisdicción de Truxillo, el día 17 de noviembre de 1.727. Estudió la Gramática en la ciudad del Tocuyo, y después en la Universidad de Santa Fe de Bogotá, en la de San Xavier, que era de los Jesuitas, estudió tres años Filosofía, de ques Maestro o Doctor, y dos años y medio de Theología escolástica. En el mismo Santa Fe se ordenó de Presbytero el día 24 de setiembre de 1.756, con dimisorias del señor Antolino, a título de tres mil doscientos y setenta pesos de Capellanía, fundada en el dicho Truxillo, que ahun obtiene. Despues, en el año de 1.759, por el mes de julio, se regressó a Boconó, su patria. Después vino a Caracas, de allí vino a esta Vicaría de San Sebastian por el año de 1.766. Desde el día primero de setiembre del año de 1.778, en que llegó acá, esta sirviendo esta Iglesia como Cura coadjutor (destinado por el Vicario de San Sebastián en virtud de orden del Provisor) de dicho don Santiago Fonte, que ya estava enfermo, bien que ahun celebrava, y el día 18 del mismo setiembre el referido Cura doctrinero propietario se fue para Caracas, en donde ha acabado de enfermar y enloquecer, y este Teniente coadjutor se ha quedado solo acá sirviendo este pueblo y Doctrina. Sirvió de Teniente de Cura de la Candelaria, de Caracas, un año y dos meses, en tiempo de las viruelas. Sirvió de interino la Iglesia de Ortiz un año. Sirvió de Teniente de Cura de la ciudad de San Sebastián un año y nueve meses, y un mes y medio sirvió la Parroquial de San Rafael de Orituco. Nada se ha sabido contra la vida y costumbres de este Sugeto. Cuyda y cumple can sus obligaciones, enseña la Doctrina, predica y administra los Santos Sacramentos, parece hombre pausado y de genio pacífico, y esta estimado de los indios y de los españoles.
Este pueblo o Curato es de Doctrina de indios, cuyo número es de quatrocientos y uno, y los restantes, hasta el número de novecientos y sesenta y ocho, que es el total de esta feligresía, son blancos, negros, mulatos, sambos, etc., de manera que estos son 567 y los indios 4o1. Estos indios son guayqueríes o de nación guayquería. Hay también acá algunos indios de otras naciones, venidos de otros pueblos de esta provincia, pero la mayor parte son guayqueríes. No son tributarios; hasta ahora no han pagado tributo alguno.

El vicio predominante de este pueblo es la borrachera, y donde se emborrachan mas estos indios es en las vegas del río o quebrada Macayra, distantes de aca unas siete o ocho leguas, y tal vez más, en donde unas seis o siete familias de estos indios tienen sus conucos, y con la caña dulce que allí cogen hazen guarapo fuerte y se emborrachan, y se están en dichas vegas hasta veinte días sin venir a la Doctrina, ni a Missa, y a vezes están allá hasta un mes, buelven acá al pueblo, en donde biven quando más unos quinse días, y después se buelven a las vegas de dicho río Macayra, y assí passan la vida, y las dichas familias instan a otras familias a que vayan a hazer sus labranzas en dichas vegas y lo logran, pues ahora son más que antes los indios que van a dicho río Macayra con el pretexto de que aquellas vegas son muy fértiles, y que en estas vegas immediatas del río Orituco les hurtan los frutos. Acá en este pueblo, si algunas vezes beven y se emborrachan y baylan, con un recado que les embíe este Cura se sosiegan y no gritan, y quando se haze algún casamiento, como ellos dizen que el casamiento no es bueno si no baylan, este Cura les permite que baylen, y embía allí a los Alcaldes que presencien el bayle, para evitar excessos.

Pedro Joseph Sapata, mulato o sambo, esclavo de doña Marina García, de San Sebastián, casado con María Estéfana Celedonia, india guayquiria de este pueblo, dicha Marina tiene al dicho Sapata en una hazienda de cacao en el sitio de San Miguel, distante tres quartos de legua de este pueblo, y don Pablo Joseph Bandres, Mayordomo de dicha hazienda, no quiere que dicho Sapata viva con su muger María Estéfana. Queda ya advertido por mí el dicho Bandres de que dexe a la dicha María Estéfana cohabitar con su marido, y que si no gusta de esto, que venda al dicho esclavo Sapata, y que si la dicha Estéfana comete algun excesso, en la hazienda o con alguna persona, que avise al Corregidor o a su Cabo para que la castigue; y esto se 1o previne al dicho Bandres en presencia de este Cabo y de este Cura.

En quanto a la enseñanza de la Doctrina, se observa acá que a las seis de las mañanas se toca a la Doctrina, y por las tardes a las quatro y sólo después de una hora se acaban de juntar, de manera que por las mañanas empiezan a resar alas siete y por las tardes a las cinco, empezando primero a pelotones de tres en tres o de quatro en quatro y después empieza una muchacha, que haze de gufa, y responden todos. Por la mañana se resa la mitad de las Oraciones y la mitad del Cathecismo o de las preguntas, y por la tarde se resa la otra mitad de las Oraciones y la otra mitad del Cathecismo o de las preguntas.

Me dize el padre Paulino que los muchachos y muchachas de Doctrina la saben.

Y ahunque de algunos años a esta parte los indios grandes, esto es, los casados y casadas, no han asistido jamás en este tiempo a la Doctrina, me han prometido hoy a la tarde, día 22 de marso de 83, que asistirán a la Doctrina todos los domingos, y esto me 1o han prometido los del . Cabildo, esto es, Governador, Alcaldes. Regidores. Acá hay Cacique, pero no se haze caso de el, ni ahun ha recibido ni se ha admitido ni reconocido como él el indio a quien por successión toca o pertenece el Cacicazgo.

Este terreno produce maís, yuca, arros, cacao, cana dulce, plátanos y quanto se siembre en las vegas de este río Orituco, y fuera de las vegas del río, son las tierras buenas para ganado.

El Teniente Justicia mayor del pueblo de San Rafael de Orituco es don Manuel Castilloveitía, casado en Caracas, y también es Corregidor del pueblo de •Lesama y de este pueblo de Altagracia, y acá tiene un Cabo o Comissionado, que es don Francisco Barrios, isleño, casado en este mismo pueblo con una hija de un isleño, María Dionisia Noda.

Este Cura coadjutor percibe cinquenta y nueve pesos de diez vezinos hazendados, habitantes en el sitio o partido de San Miguel, distante de acá unos tres quartos de legua, río arriba, a la otra banda (con estos diez vezinos hazendados viven otros vezinos agregados sin hazer cabeza) y estos dichos diez vezinos no quieren pagar obvenciones de bautismo ni casamientos ni entierros por sus esclavos, pero sí pagan por sí y por todos su hijos y demás libres todas las obvenciones y tramos de sepultura a este Cura y a la fábrica. De la misma manera, todos los demás vezinos. De este distrito parroquial pagan obvenciones a este Cura y a la Iglesia y todos también pagan primicias, a excepción de los indios, que si no quieren, no pagan primicias, y si no quieren, tampoco pagan obvenciones ni al Cura ni a la fábrica de esta Iglesia. Acá ningún vezino paga oblata, esto es, alguna cantidad para pan, vino y cera, y esta Iglesia se mantiene de las sepulturas o tramos de los españoles que mueren. Me dize este Cura que algunos vezinos de acá no quieren pagar primicias de los frutos que cogen en verano, sino solamente de los que cogen en hinvierno. Véanse las providencias de mi visita sobre este y sobre otros abusos.

En la enseñanza de la Doctrina christiana se gasta todas las mañanas y todas las tardes regularmente una hora por la mañana y otra hora por la tarde. Asiste este Cura, si no tiene ocupación precisa, y también asiste un Fiscal de los dos, que se reparten por semanas entre sí, y en esta hora que se gasta se completa el tiempo que los muchachos y muchachas más pequeños rezan a pelotones el tiempo que resan o cantan la Doctrina y el tiempo que este Cura les pregunta o les explica aquello que menos entienden.

El libro parroquial más antiguo tiene por partida la de un bautismo del día primero de mayo de 1.704, firmada por don Jacinto Bandres, que sirvió acá. hasta 1.709, que por el mes de junio entrego esta Iglesia a don Juan Vicente de Ortuño, diziendo que este havía sido nombrado sede vacante por Cura de este pueblo, y el dicho don Jacinto Bandres por Cura capellán del partido de San Rafael de Orituco. Hay auto de 9 de octubre de 1.715, provehido en Caracas por el Illmo. señor Rincón, en que con vista de cierta justificación por la qual resultava que don Juan de Barnuevo, Cura capellán de la Iglesia parroquial de San Miguel del Valle de Orituco, era de crecida edad y ahún decrépito, mando dicho señor Rincón que entregase dicha Iglesia de San Miguel y todo lo a ella perteneciente al padre don Manuel Pinto, a quien nombro por Cura capellán de dicha Iglesia parroquial de San Miguel. Hay otro auto de dicho señor Rincón, provehido en Caracas en 10 de junio de 1.716, en que refiriendo la instancia de dicho Manuel Pinto sobre no tener congrua en el Curato de San Miguel de Orituco, porque solo le pagavan noventa pesos, mando dicho señor Rincón que respecto de estar distante una legua, poco mas o menos, el pueblo de Nuestra Señora de Altagracia de Orituco que se compone de indios guayquires o guayqueries, de que es Cura doctrinero el padre don Juan Vicente de Ortaño, le agregó y unió dicha feligresía de San Miguel con los noventa pesos sobrerreferidos, y que los dos pueblos le contribuyan con doscientos y cinquenta pesos annuales. En esto intervino el asenso del señor don Alberto de Bertodano, Governador y Capitán general de esta provincia, Vicepatrono regio en ella por su auto del mismo dicho día 10 de junio de 1.716. Desde entonces, el referido Cura don Juan Vicente de Ortuño y sus sucesores escrivieron las partidas titulándose Cura doctrinero de este pueblo de Altagracia y Capellán de San Miguel, cuya Iglesia parroquial ya no existe en el día, y solo están acá sus libros; y el mas antiguo de dichos libros de la Iglesia parroquial de San Miguel tiene por primera partida la de un bautismo de 29 de setiembre de 1.677, firmada por el sobrerreferido don Juan de Barnuevo, que se titula Cura capellán del valle de San Miguel de Orituco. Este mismo libro tiene una nota firmada de dicho Cura capellán que dize haver formado sus libros parroquiafes desde el 4 de junio de 1.676 para los feIigreses pertenecientes a este Valle de San Miguel del Rosario de Orituco y hasta de la Cruz del Maestre de Campo don Pedro de Mesones, y que en dicho año se fundó esta Iglesia por el Illmo. y Rvmo. señor maestro fray don Antonio González de Acuña, cometida o encargada a dicho don Juan de Barnuevo, Cura capellán de dicho San Miguel. Hay visita del año de 1.715 de este pueblo de Altagracia, pero executada en la ciudad de San Sebastián por el Comissionado del Illmo. señor Escalona, otra, también de este pueblo, el año de 1.747 por un comissionado del señor Abadiano, y otras también en este pueblo, el año de 1.767, por un comissionado del señor Madroñero. Acá no ha estado Obispo alguno.

El territorio de este río Orituco, río arriba, es de esta Parroquia, y allí están todas las haziendas de cacao, a excepción de dos ha¬ziendas, una de N. Infante, y otra de los herederos de N. Ledesma, y esta casi perdida, que están en el territorio parroquial de San Rafael de Orituco, y tiene este cacao la fama de ser el mejor de esta provincia.

Me dize este Cura que todos los domingos hay alguna o otra persona que se confiessa y recibe su Divina Magestad, y que esta freqüencia de Sacramentos, es mayor en las festividades de Jesuchristo y de María Santíssima, y principalmente el día de Todos los Santos.

En el tiempo de cumplir estos feligreses con los preceptos annuales, para que luego que acaban de confesarse puedan recibir a su Divina Magestad, queda esta colocada por algunas semanas y la lámpara en aquellas semanas la mantiene una semana un vecino y otra semana otro vecino, etc.

He dexado decreto para que paguen primicias todos en qualquier tiempo que cojan los frutos, sean de hinvierno o de verano, y en este decreto no se habla expressamente de los indios, ni tampoco éstos se exceptúan. Véase este decreto y otros varios sobre excessos de esta Parroquia.

Este pueblo viene a estar casi Norte Sur con el pueblo de Camatagua, distante de acá, según me dizen, poco mas de un día, y se va por picas, pues no hay acá camino abierto. A la misma distancia, poco mas, entre el Norte y Oriente, esta el río Cuira, que desagua al Tuy. Desde este pueblo hacia el Oriente no hay pueblo hasta el río Unare, y todo es bosque, y es el mismo bosque o montaña de Cupira hasta cerca los pueblos de Tucuyo y Puruay, o cerca de sus cerranías, y hasta el río de Unare, y en este gran bosque no puede dexar de haver alguna gente, como en realidad me dizen la hay, y pertenece este gran bosque o parte de él al Curato de Chaguaramas, Véanse las notas de dicho Chaguaramas y del pueblo de Chaguaramal.

Se ha despachado orden por el doctor Lindo, cometida al Vicario de San Sebastián y este la ha cometido al Cura de Lesama, para que intime a este Cura coadjutor que pague al Cura doctrinero propietario don Santiago Gonzáles Fonte de este pueblo, la cantidad de ochocientos pesos, a razón de doscientos pesos cada año, por quatro años que ha percibido todas las rentas de este Curato, que en Caracas las han regulado a razón de quatrocientos pesos cada año; pero este Cura coadjutor dize que este Curato no redditúa cada año quatrocientos pesos, y que en quatro años y medio sólo ha percibido o podido cobrar setencientos pesos, y en esta cantidad esta incluida la cantidad de mas de cinqüenta pesos, y de esta cantidad de cinqüenta pesos alguna es incobrable.

Este Cura coadjutor esta sirviendo esta Iglesia en virtud de orden verbal del maestro Siso, que le dixo tenía carta del Provisor para que 1o mandara a servir este Curato, y con sola esta orden esta sirviendo esta Iglesia ha más de quatro años y medio.

Gabriel Toribio, esclavo de don Jacobo Ramires, negro, y María Concepción de la Charidad, india de este pueblo, soltera, huérfana de padre y madre, quieren casarse y se ofrece el reparo de la desigualdad. Se ha determinado por mí, por este Cura y por don Ilario que no se celebre este matrimonio, y que el dicho Gabriel se case con igual, y que la dicha María se case con un indio de este pueblo llamado Matheo, con quien tiene tratados esponsales, y se espera que buelva a este pueblo de donde se ha ausentado habrá unos quatro meses, y finalmente, si no es con dicho Matheo, se podrá casar con otro igual.

Joseph Leandro Rosario, mulato libre, soltero, quiere casarse con María Josepha Herrera, india, soltera. El nació en la Parroquia de San Pablo, de Caracas, y haze año y medio que salió de Caracas y ha vivido en este pueblo. Ella ya haze muchos años que vino acá, y este Cura ha negado la licencia para celebrarse este matrimonio. Queda ya prevenido este Cura para que (por esta vez y alguna o otra ocasión conviene disimular) casse a estos.

Este pueblo no está en llano y está entre cerritos y es ventoso de incómodo por lo mucho que sopla el viento que viene del Norte o de entre el Norte y Oriente, que me parece no es del todo bueno, y no falta quien diga que este viento trastornó la cabeza del Cura doctrinero propietario Gonzáles Fonte, que esta loco en Caracas. La agua de este río de Orituco es de las mejores de esta provincia, según mí parecer.

Esta Iglesia unos años con otros tiene de ingresso entre todo cinquenta pesos annuales, poco más o menos, de entierros, etc., y de gastos ordinarios tiene otros cinqüenta pesos cada año, de manera que nada le queda.

Las haziendas de cacao río Orituco arriba se extienden hasta quatro leguas, y la mas alta o remota de este pueblo es la de don Jacobo Ramires, hombre muy rico, y río arriba se encamina hasta legua y media, según me dixo uno que havía caminado, y tal vez se podría caminar mas río arriba, pero allí se estrechavan mucho los cerros entre los quales passa este río Orituco, que da el nombre a todo este valle.

Este Cura coadjutor no tiene licencias generales para predicar y confessar en todo este Obispado, y se las he concedido verbalmente para dos años, y queda sirviendo de Coadjutor en esta Iglesia con las facultades que le da el oficio en esta Parroquia.

Florencio Días, mulato libre, soltero, ha quedado en dar veinte y cinco pesos a María Serafina, esclava de dona María García, y esta esclava pretendía obligar al dicho Florencio a que se casase con ella por haver vivido mal con el.

Como este pueblo en años pasados era rico por el cacao y por el comercio lícito o ilícito, podía en aquel entonces este Curato reddituar quatrocientos pesos, pero ahora se duda que redditúe esta cantidad.

Me dize este Cura que al cabo de unos dos meses de haver llegado acá y el Cura propietario Fonte a Caracas, se fixaron en esta Iglesia parroquial los edictos para las oposiciones a este Curato, que ahún obtiene el mismo propietario Fonte, ni ha estado vacante, y se juzga que provino de que una Capellanía que havia de servir de congrua al dicho Fonte se perdió, o porque se veriguó que dicho Fonte ya estaba loco quando dio el poder para estas diligencias.

Este Cura coadjutor presentó memorial en esta visita con un compromiso de dar cien pesos cada año al Cura propietario, que está loco, y he mandado guardar dicho compromiso hecho por este coadjutor y la madre del cura propietario, sin perjuhizio de la determinación que judicialmente se tomare en Caracas, según lo que estas partes alegaren. Véanse las notas de la llana antecedente.


Fuente:
Documentos Relativos a su Visita Pastoral de la Diócesis de Caracas (1.771-1.784).
Tomo II.
Libro Personal.
Obispo Mariano Marti
Biblioteca de la Academia Nacional de Historia.
Fuentes para la historia colonial de Venezuela
Caracas, 1.998.